India: entre la selva y lo sagrado

Un viaje para mirar de frente la esencia de la India …

Naturaleza salvaje, espiritualidad y belleza humana se entrelazan.

Entre tigres y templos: la India más salvaje y profunda

El viaje “India: entre Tigres y Templos” nos lleva al corazón del país, donde la selva late y la vida se mueve con un ritmo distinto. En la Reserva de Tigres de Satpura, uno de los secretos mejor guardados de la India, los días comienzan con el murmullo del río y los safaris fluviales al amanecer. Caminatas guiadas por naturalistas locales nos muestran rastros de ciervos, aves y, si la suerte acompaña, la silueta majestuosa del tigre de Bengala.

Más adelante, en Bandhavgarh, la historia y la naturaleza se entrelazan. Antiguas fortalezas cubiertas de vegetación miran desde las colinas, mientras los tigres patrullan sus dominios con la calma de quienes no tienen prisa.

Este viaje no busca el espectáculo, sino la conexión silenciosa con la vida: observar, respetar, sentir… Un lujo sin excesos.

De los Palacios del Rajastán a los Dzong del Himalaya: historia, belleza y calma

El segundo recorrido, “De los Palacios del Rajastán a los Dzong del Himalaya”, combina el color, la historia y la espiritualidad. Comienza en el Rajastán, donde los palacios de Udaipur, Jodhpur y Jaipur relucen al atardecer y las calles vibran de música, artesanía y vida.

Aquí, la India se muestra en toda su intensidad: mercados llenos de aromas, templos esculpidos en piedra y una hospitalidad que no se finge.

Desde allí, el viaje continúa hacia Agra y el eterno Taj Mahal, antes de elevarnos hacia Bután, entre los valles del Himalaya.

En los monasterios de Paro, Thimphu y Punakha, el ritmo se detiene. El aire es más limpio, los días más simples. Es un tramo del viaje que invita al recogimiento, a mirar el mundo, y a uno mismo, con más calma.

Viajar como forma de conexión

Hace poco regresamos de una de estas rutas —Rajastán y Bután— con un grupo de viajeras entusiastas, mujeres que no solo compartieron un itinerario, sino risas, conversaciones y aprendizajes.
Con muchas de ellas nos une algo más que la pasión por descubrir: una amistad forjada a base de caminos recorridos juntas.
Varias ya planean el siguiente destino con nosotros: Uzbekistán 2026, otro capítulo en esta historia compartida de curiosidad y confianza.

Viajar en grupo, sobre todo entre mujeres, tiene algo especial. No se trata de “ir juntas”, sino de mirar el mundo con la misma emoción.

La India te espera — y nosotros te acompañamos

Entre tigres y templos, palacios y montañas, cada viaje a la India es diferente, pero todos dejan la misma sensación: la de haber estado en un lugar que te transforma.

Nosotros nos encargamos de los detalles, de los tiempos, de que cada día tenga algo que recordar., tú solo necesitas venir con ganas de descubrir, sentir y dejarte sorprender.

Cada viaje empieza con una mirada. El resto, lo escribe el camino.

¿Te animas a vivir la India con nosotros?

Más información

Anterior
Anterior

Orpheus Island Lodge, un paraíso privado en la Gran Barrera de Coral

Siguiente
Siguiente

Ruta por KwaZulu-Natal, corazón cultural de Sudáfrica