Tikal: donde la selva susurra la historia de los Mayas

Guatemala es un país que se recorre mejor a pie, al ritmo pausado de quien quiere escuchar, observar y sentir…. Así comenzábamos la anterior entrada a este blog de viajes y en esta ocasión queremos darle la importancia que se merece a Tikal, al eco de los dioses en la selva de Guatemala.

Tikal fue una de las metrópolis más poderosas y enigmáticas del mundo maya durante el periodo Clásico (250–900 d.C.). Sus templos se alzaron desafiantes entre la espesura, y su influencia política, comercial y espiritual se extendió como un eco profundo por toda Mesoamérica.

Hoy, este tesoro declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979, nos invita a caminar entre piedras milenarias y ceibas centenarias, asomándonos a la grandeza de una civilización que supo convivir en sabia armonía con la selva que aún la resguarda.

Explorando los templos y plazas

Recorrer Tikal es sumergirse en un escenario donde la historia y la naturaleza se entrelazan en perfecta armonía. Entre los senderos de la selva y el canto de los pájaros, emergen imponentes vestigios de una civilización milenaria.

  • Templo I o del Gran Jaguar: con sus 47 metros de altura, este templo funerario se alza majestuoso en la Gran Plaza, custodiando los secretos del rey Jasaw Chan K'awiil. Su silueta recortada contra el cielo es uno de los símbolos más reconocibles del mundo maya.

  • Templo II o de las Máscaras: ubicado frente al Templo I, ofrece una de las vistas más hermosas del conjunto ceremonial. Desde su cima, la Gran Plaza se despliega en toda su grandeza, abrazada por la selva.

  • Templo IV: el gigante de Tikal, con 70 metros de altura, permite contemplar desde su cima un mar verde infinito, donde las copas de los árboles apenas logran ocultar los otros templos que emergen como islas de piedra en la selva. Al amanecer, este es un lugar mágico donde la niebla se desliza entre las ruinas y la naturaleza despierta.

  • Complejo Mundo Perdido: un conjunto ceremonial y astronómico que revela la sabiduría y el vínculo espiritual de los mayas con los astros. Aquí, las antiguas plataformas piramidales y las estelas narran la grandeza de un pueblo que leía los cielos y honraba sus ciclos.

“ Camina sobre las huellas de los mayas en el esplendor de Tikal “

Tikal no es solo un destino, es una ventana al pasado, una lección de historia viva y un recordatorio de la conexión profunda entre el ser humano y la naturaleza.

Al caminar entre sus templos y escuchar los sonidos de la selva, uno no puede evitar sentirse parte de algo más grande y atemporal.

¿Te animas a descubrir Tikal y dejarte envolver por su magia ancestral?

¿Quieres conocer Guatemala? Haz click en el siguiente enlace:


Siguiente
Siguiente

Guatemala al ritmo de la tierra